lunes, 30 de agosto de 2010

Galletas de chocolate y crema de avellanas y gripe estival

 Por aquello de estar metido en cama con gripe en pleno agosto, me vino a la cabeza la Ley de Murphy (no se por que será, no veo clara la relación...). Lo cierto es que también me vino a la cabeza aquella famosa frase de "Si algo puede salir mal, saldrá mal". El caso es que en algún momento de lucidez recordé que aunque todo el mundo esta convencido de lo contrario, no es esa una Ley de Murphy, sino la Ley de Finagle, y que la frase exacta es "Algo que pueda ir mal, irá mal en el peor momento posible". Sea como sea, estoy seguro que cuando el autor de la frase la formuló estaba pensando en una semana de vacaciones y un virus de la gripe perdido en toda una inmensa isla y que termina en mis pulmones (habrá sido algo así). El caso es que con la tontería llevo en casa una semana... eso si, este virus es tan civilizado que se ha propuesto dejar mi cuerpo antes de las 24 horas del martes, para que pueda yo incorporarme a mi puesto de trabajo como está mandado.

 Estado gripal aparte, la vida continua, y por supuesto las recetas también, así que aquí les dejo una receta fantástica de unas galletas muy resultonas y apropiadas para grandes y pequeños, que como no puede ser de otra manera, son de chocolate.

GALLETAS DE CHOCOLATE Y CREMA DE AVELLANAS



 Ingredientes:
  • 225 gr de mantequilla en pomada.
  • 140 gr de azúcar blanco.
  • 1 yema de huevo ligeramente batida
  • 2 cucharaditas de esencia de vainilla
  • 225 gr de harina
  • 55 gr de cacao en polvo
  • 55 gr de avellanas picadas
  • 55 gr de pepitas de chocolate negro
  • 1 pizca de sal
  • Crema de chocolate y avellanas para decorar.



 Preparación:

 Precalentamos el horno a 190ºC y forramos dos bandejas con papel para hornear.

 Ponemos la mantequilla y el azucar en un bol y lo mezclamos bien con una cuachara de madera. Incorporamos la yema y la esencia de vainilla sin dejar de remover.

 Tamizamos la harina, el cacao y la pizca de sal sobre la mezcla anterior. Añadimos las avellanas y lo removemos hasta que no queden grumos.

 Hacer bolitas con la mezcla y colocar sobre el papel de horno. Hacer un hueco en el centro bien con el dedo o con álgún util.



 Horneamos las galletas unos 12 a 15 minutos (depende del horno, que cada uno es un mundo). Es muy importante que al salir del horno dejemos las galletas en la bandeja al menos 5 minutos, porque han de tomar un poco de consistencia antes de pasarlas a la rejilla.

 Una vez esten completamente fria, podemos rellenar los agujeros con la crema de chocolate con avellanas.



 Fuente: "Con las manos en la masa... 100 galletas" de la autora Linda Doeser, Editorial Parragon.



 Veredicto: El resultado final ha sido muy satisfactorio y gustó a todo el mundo. En realidad, R. opina que la galleta por separado está buenísima y que no necesita nada mas. No obstante, y para los mas golosos, poner un poco de crema de chocolate y avellanas seguro que no la arruina.


miércoles, 25 de agosto de 2010

Muffins de moras

Hace ya algún tiempo que me compré unos fantásticos moldes de silicona para hacer muffins (o magdalenas en español). A pesar de tener tanto los moldes como las blondas, no es este un dulce que me venga a la cabeza cuando pienso en hacer algo. Y eso que en las pelis americanas y en las series de televisión nos los meten por los ojos... El caso es que a principios de mes, dando una vuelta con R. por una gran superficie, vimos unos libros de cocina, entre ellos, uno de muffins. Como no podía ser de otra forma, terminé comprando el libro, que dicho sea de paso, no está nada mal.

 La oportunidad de hacer los muffins vino hace un par de días, con el cumpleaños de un familiar de R. (que son legión). Así pues, tenía claro que quería hacer unas magdalenas y llevaba yo tiempo con ganas de cocinar algo con frutos rojos. Hablando con Irmina hace unos días, me informó que en un hipermercado las había congeladas a buen precio (aquí en canarias no se encuentran fracilmente los frutos rojos (y si los encuentras, prepárate a pagar un riñón)). Así que 2 mas 2... y me decanté por hacer unos Muffins con moras, que quedaron al menos de aspecto super bien y al parecer, y según noticias, buenísimos. 

Ni que decir tiene que las moras son opcionales y que se pueden cambiar por otro fruto rojo, por pasas, o por frutos secos, etc. y estarán igualmente buenos sin ningún añadido.
Aqui dejo la receta, de la que yo hice doble cantidad.

MUFFINS DE MORAS




Ingredientes:

  • 175 gr de mantequilla en pomada.
  • 200 gr de azucar blanco
  • 2 huevos grandes
  • 375 gr de harina
  • 3/4 de cucharada de levadura en polvo
  • 1/4 de cucharadita de bicarbonato sódico
  • 1 pizca de sal
  • 250 ml de leche
  • 110 gr de moras


Preparación:

 Precalentar el horno a 180ºC.
 Preparar los moldes de silicona con las blondas (o el model múltiple igualmente con las blondas).
 Batir en un bol la mantequilla y el azucar hasta conseguir una consistencia ligera y cremosa.
 Añadir los dos huevos batidos ligeramente, poco a poco, asegurándose de que quede bien integrado antes de continuar agreganlo.



 Tamizar la harina, la levadura en polvo, el bicarbonato y la sal (se puede hacer con un colador).
 Mezclar la mezcla tamizada con la mitad de la leche y la mitad de la mezcla remosa, removiendo suavemente con movimientos envolventes. Terminar de agregar los líquidos alternativamente y poco a poco.



 Repartir la masa en los moldes, llenándolos a 2/3 partes y hornear los muffins 15 a 20 minutos o hasta que estén ligeramente dorados y firmes al tacto.
 Dejar reposar sobre una rejilla.



Fuente: La receta básica, es decir, sin las moras, es del libro "Muffins, magdalens y otros pastelitos, las 100 mejores recetas" de la Editorial Parragon.

                               






Veredicto: Según R. y su familia, han quedado deliciosos, y digo yo que será verdad.


                               
                    

domingo, 22 de agosto de 2010

VACACIONES Y BOURBON COOKIES

Por aquello de que estoy de vacaciones, paso mas tiempo que de costumbre en la cocina, cosa que disfruto como un lujo asiático. Ya que tengo tanto tiempo libre, mis Santos Padres, que tenían una fiesta en casa de unos amigos este fin de semana, me pidieron que les cocinara algún postre. Ya la semana pasdada, en una edición anterior de la fiesta (a la que al parecer acudían prácticamente los mismos asistentes), preparé para ellos unas galletas escocesas de mantequilla, que prometo publicar algún día de estos, y que causaron sensación (no es de extrañar, ya que están de muerte). Para esta fiesta en concreto, y por aquello de no repetirme (o que no se repitieran mis padres, lo que es lo mismo), me decidí por rebuscar en el blog de una amiga, cuya dirección es  http://www.elzurrondelospostres.blogspot.com/. Los que también lo visiten tengrán el placer de perderse entre sus múltiples y variados postres. El blog de Irmina, que así se llama su autora, tiene aun mayor interés si cabe, ya que muchas de las recetas que en él encontramos, son de su cosecha propia. 

 Navegando entre sus recetas, recordé una receta muy interesante, las "galletas Bourbon". Tenía muchísimas ganas de repetirla , y digo repetir porque ya la había hecho en una ocasión anterior, solo que con resultados tremendamente nefastos. Aquella vez, el relleno de chocolate quedó muy líquido, y al morder las galletas, quedabas literalmente embadurnado. Tras el segundo intento, ahora puedo afirmar que no había ningún error en la receta (ergo, yo metí la pata), ya que han salido perfectas, con un relleno de consistencia y un sabor delicioso e intenso. Así que, estas van por ti, Irmina. Estoy seguro que los comensales de la fiesta de mis padres también brindaron a tu salud.

 Aquí dejo la receta. 

BOURBON COOKIES


Ingredientes para la galleta:

  • 125 gr de mantequilla sin sal.
  • 90 gr de azucar glass.
  • 10 gr de azucar avainillado.
  • 1 huevo pequeño.
  • 300 gr de harina de reposteria.
  • 1 pizca de sal.
  • Unas gotas de esencia de vainilla.
  • 20 gr de cacao puro en polvo.
  • 1/2 cucharadita de canela molida.

Ingredientes para el relleno de chocolate:

  • 200 gr de mantequilla sin sal.
  • 20 gr de cacao puro en polvo. 
  • 50 gr de chocolate de postre.
  • 20 gr de nesquick.
  • 30 gr de azucar glass.



Preparación de la crema:

 Ponemos la mantequilla sin sal en pomada en un bol, le agregamos el azucar glass tamizado y batimos hasta que la mezcla esté homogénea. Le agregamos los dos cacaos y batimos hasta que este todo bien integrado. Derretimos el chocolate y lo añadimos a la mezcla anterior, tras lo cual, lo llevamos a la nevera para que repose.

Preparación de las galletas:

 En un bol ponemos la mantequilla en pomada y le incorporamos el azucar. Batimos con una cuchara de madera hasta que la mezcla esté homogénea, tras lo cual le agregamos el huevo ligeramente batido, la sal y mezclamos hasta que este todo ligado. Incorporamos la esencia y volvemos a batir. Tamizamos la harina, el cacao y la canela, y lo agregamos a cucharadas, poco a poco, a la mezcla. Una vez está todo bien mezclado, formamos una bola, que cubrimos con un papel film, y lo dejamos enfriar una hora en la nevera.

 Precalentamos el horno a 180º y cubrimos una bandeja con papel vegetal.

 Transcurrida la hora de descanso de la masa en la nevera, la estiramos con el rodillo entre dos papeles vegetales (evitando así incorporar mas harina a la masa). Cortamos las galletas con la forma deseada (yo opté por hacerlas redondas) y si queremos podemos hacerle los clásicos agujeritos de las galletas bourbon con una esteca (o en su ausencia con un palillo). Podemos igualmente espolvorear un poco de azucar sobre las galletas antes de llevarlas al horno a 180º durante unos 15 minutos (dependerá de tu horno).

 Una vez fuera del horno, dejarlas unos minutos sobre la placa y las pasamos a unas rejillas para que se enfrien totalmente.




Montaje de las galletas:

 Como imaginarás, es algo bien sencillo, untamos una galleta con el relleno, y colocamos la otra encima. Sencillamente deliciosas.

Comentario:

 Según las noticias que he recibido de mis padres, las galletas fueron todo un éxito, y no dejaron ni las migas. Está claro que han pasado a formar parte de esa lista de postres que hay que repetir.

viernes, 20 de agosto de 2010

Primeros pasos en la red

 Si me hubieran dicho hace algún tiempo que me vería creando un blog de repostería, no me lo habría creido ni por un solo instante. No es que cocinar sea algo nuevo para mi, la verdad es que la pasión por la cocina me viene desde muy pequeño, soy lo que podríamos llamar una tercera generación de amantes de los fogones (aunque seguro que ha habido antes grandes cocineras). La primera y más antigua (que yo tenga constancia), mi abuela "Carmen" (o Carmita, como aún la llama mi madre). Al parecer la buena mujer, a la que pude conocer un breve lapso de tiempo, tenía unas manos prodigiosas, lo que se dice un toque mágico, aunque poca o ninguna paciencia. Cuando alguien me pregunta que de donde viene mi afición por la cocina, siempre pienso que algo tuvo que ver mi infancia en su cocina.

 El segundo en lanzarse a los fogones, fui yo, y de hecho, recuerdo perfectamente cual fue la primera receta que hice. Se trataba de una tarta de limón inglesa (o "lemmon pie") que quedó prácticamente incomible, aunque mi familia dio buena cuenta de ella, más por pena, que por gusto. Desde ese momento, mi atracción por la repostería ha ido creciendo, hasta día de hoy, en que disfruto cocinando cada vez que "R" tiene una fiesta familiar, o cuando mis padres tienen una cena de amigos y quieren llevar alguna receta dulce.

 Y finalmente, hará cosa como de 10 años o así, mi padre tomó también la "alternativa" en esto de los fogones, haciendose cargo de cocinar a diario en casa, y despuntando como un "chef" de notable habilidad (sobre todo teniendo en cuenta que no tenía ni idea de cocinar).

 Por tanto, y como ya he dicho, soy una tercera generación de auténticos apasionados de la cocina.

 Por ello, y fundamentalmente por motivos  sentimentales, la receta que he seleccionado para este primer "post" es el del queque de toda la vida.




EL QUEQUE DE MI ABUELA




Ingredientes:
  •  1 yogurt de limón (o del sabor que prefieras)
  • 3 huevos de tamaño medio.
  • 1 vaso (de yogurt) de aceite de girasol (o de oliva, aunque quedará mas fuerte)
  • 2 vasos (de yogurt) de azucar refinado.
  • 3 vasos (de yogurt) de harina.
  • 2 cucharaditas de levadura química.
  • Rayadura de 1 limón (o esencia de limón)
  • Nueces y piñones.



Preparación:

 Precalentamos el horno a 180º. Cascamos los huevos en un bol y batimos (a mano o con una batidora). Una vez batidos agregamos el yogurt y la rayadura, e integramos. Agregamos el azucar y el aceite y volvemos a batir. Por último, mezclamos la levadura química y la harina y tamizamos sobre el bol, revolviendo hasta integrar toda la harina. En un molde de queque, bien sea rectangular que redondo, engrasamos el fondo y las paredes (con mantequilla o aceite) y un poco de harina. Movemos el molde para que toda la superficie engrasada atrape harina, para evitar que el queque se pegue al fondo. Una vez hecho esto, retiramos el sobrante de harina, y volcamos el preparado en el molde. Una vez tengamos el preparado en el molde, podemos agregar los frutos secos, que habremos pasado por un plato con un poco de harina, a fin de que no terminen todos en el fondo. Horneamos aproximadamente 45 minutos a 180º.



 La verdad es que no domino aún el programa de fotografía, razón por la cual, el queque parece un tanto chamuscado. En mi descargo he de decir que nada mas lejos de la realidad, estaba buenísimo.
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