Bajo el sugerente nombre de la receta de hoy, se esconde un postre que me ha sorprendido muy gratamente. La historia es sencilla, hará cosa como de un año y un par de meses (o así), mis padres a la vuelta de un viaje por el mediterráneo, me regalaron, entre varios libros, uno de cocina turca (ellos si que saben que regalarme). Casi todas las recetas tenían una pinta fantástica, pero hubo una, que me sedujo instantáneamente. A pesar de quedarme largo rato mirando la fotografía y leyendo la receta, quizás por la descripción de la elaboración, un tanto "rara" no me atreví a hacerlo. Y ahí quedó la cosa, ya me había olvidado por completo de los famosos turbantes, hasta que, lo que son las cosas, el pasado viernes, mi amigo y compañero de trabajo A. me invitó a una cena "árabe" en su casa. Pues como por arte de magia, y al pensar en que llevar, me vino a la mente aquella receta, así que desenpolvé el libro, y "voilá".
La cena fue deliciosa (y no lo digo solo por el postre), la compañía mas que amena y terminamos a las tantas de la madrugada dando un paseo. Ni que decir tiene que A. al final cambió la receta principal de la cena, y terminamos comiendo un curry de polló (nos fuimos culinariamente mas hacia oriente, desde el norte de Áfica hasta la India).
Los turbantes resultaron ser una versión muy particular del típico baklavá, aunque de presentación mucho mas original. Si me dan a elegir no sabría con cual querdarme...
Aquí va la receta.
TURBANTES DEL SULTÁN
Ingredientes:
- 1 paquete de pasta filó.
- 185 gr de mantequilla sin sal.
- 250 gr de nueces picadas.
- 50 gr de avellanas.
- 6 cucharadas de azucar.
- 1 cucharadita de canela en polvo.
Ingredintes para el almíbar:
- 450 gr de azúcar.
- 375 ml de agua.
- 1 cucharada de zumo de limón.
- 1 rama de canela.
- 2 clavos.
Elaboración:
Precalentamos el horno a 180ºC.
Picamos las nueces y las avellanas, pero sin llegar a pulverizar. Mezclamos los frutos secos picados, el azúcar y la cucharadita de canela.
Colocamos dos hojas de pasta filó (una sola quedaría muy delgada) sobre la superficie de trabajo. Pintamos la cara superior de la hoja con la mantequilla sin sal derretida. En la parte inferior de la hoja, dejando unos dos centímetros, hacemos una línea (unas dos o tres cucharadas de relleno) dejando también una separación de un par de centímetros a los lados. Enrollamos la hoja apretando ligeramente para que no se quede el relleno demasiado holgado (pero sin que tampoco quede tan tirante que se parta cuando le demos forma). Una vez enrollado del todo, debe quedar como un cigarro muy grande. Tomamos un extremo y lo plegamos dándole la forma al turbante.
Una vez hayamos hecho todos los turbantes, los ponemos en una placa de horno con papel sulfurizado, asegurándonos de apoyar el final contra el borde de la placa (para evitar que se abran los turbantes). Pintamos los turbantes con la mantequilla que nos haya sobrado.
Los horneamos a 180ºC unos 25 a 30 minutos. Deben quedar dorados y crugientes. Mientras los tenemos en el horno, hacemos el almibar.
Calentamos el agua y el azúcar en un cazo a fuego medio. Una vez se haya disuelto el azúcar, lo llevamos a ebullición, y agregamos el zumo de limón, la canela y el clavo, y lo dejamos hervir sin tapar unos 15 minutos. Lo retiramos del fuego, lo colamos y desechamos los ingredientes sólidos.
Bañamos los turbantes con el almibar y los dejamos enfriar del todo.
Fuente: La idea y la receta original son del libro "Para hoy cocina Turca" de la editorial Parragon. Yo le hice un par de modificaciones, como por ejemplo sustituir la masa hojaldrada por pasta filó (me parecía mas adecuado) y agregar las avellanas (en vez de poner únicamente nueces). Estoy seguro que el agua de azahar y cambiar las almendras por pistachos también darían como resultado unos turbantes fantásticos.
Veredicto: Un postre que está a la altura de su nombre. Se trata de una combinación deliciosa entre el crugiente de la pasta filó y las nueces y las avellanas de su interior. Evidentemente es muy dulce, pero el sabor es tan intenso que lo compensa perfectamente. Un dulce PARA NO OLVIDAR.